Josep Maria LLorca Bertomeu. Ex Regidor de l’Ajuntament de Salou.
Como bien decía en sus libros de texto el profesor D. Xavier Marcet, me permito transmitir el eco de sus conocimientos y enseñanzas con una gran dosis de osadía resumiendo lo que plasmaba en aquellas clases sobre las políticas de promoción económica local, naturalmente reconociendo y estableciendo la enorme distancia de que alguien se separe de él ante sus claros y puros razonamientos en economía, sin dejar olvidados los actuales momentos de crisis general que pueden contrastar con aquellas sus enseñanzas.
No obstante ello, las conclusiones sobre sus enseñanzas no eran otras que las políticas de promoción económica local que hay que entenderlas como la capacidad de atraer, retener y desarrollar proyectos, talento y empresas, incluidas las políticas referidas a la gestión de la ocupación. En general las políticas de promoción económica local solamente tienen éxito a la hora de atraer y desarrollar proyectos públicos, pero sus resultados son más discretos cuando se trata de estimular la aparición de proyectos privados que no tengan relevancia social.
Recorriendo a vista de pájaro y dando un repaso sobre las ciudades se observa que en la gran mayoría de ellas se han desarrollado empresas o microempresas que han resultado interesantes para generar auto ocupación, pero en muy pocos casos han dado lugar a empresas tractoras que hayan cambiado a gran mejora la vida de los municipios. El modelo actual da pocos resultados tangibles y necesita nuevos enfoques. Hacer promoción económica local en un mundo de mercados cada vez más globales y aún más en las actuales circunstancias, requiere agentes que hagan una buena conexión de ambos ámbitos.
En el mundo de la economía algunas líneas de renovación de las políticas de promoción económica son fundamentales.
1. Para hacer promoción económica de una ciudad se necesita ante todo visión. Sin un relato creíble, por ambicioso que sea del futuro de la ciudad es muy complicado atraer proyectos privados de una cierta relevancia.
Desarrollar talento (desde las escuelas), retener talento o atraer talento pasarán a ser estrategias prioritarias.
2. La promoción económica también necesita liderazgo, alguien capaz de transmitir con su ejemplo una lógica de acción, de visión a agentes muy diversos, de hacerles entrar en sintonía, de añadir voluntades y compromiso a la lógica económica. El liderazgo es una constatación necesaria.
3. Una gobernación de calidad. Si los discursos de promoción económica chocan con patologías burocráticas o las decisiones se toman en un tiempo impropio para la actividad económica, las buenas ideas no se harán realidad. Hay que acompañar a los buenos proyectos una gestión de calidad para que la innovación sea posible. Hay que tener ciudades que acojan con facilidad a empresas y evitar que las maltraten por una ventana y las quieran seducir por otra.
4. Empezar a pensar, que además de invertir en ladrillo, en la sociedad del conocimiento es muy importante invertir en talento. Muchos proyectos se quedan en el tintero o se malogran porque no hay nadie capaz de impulsarlos. No todo el mundo sirve, ni las lógicas administrativas lo resuelven todo. Invertir en talento puede ser una estrategia diferencial para muchas ciudades, a pesar de que para ello deban vencerse algunas barreras administrativas no menores. Desarrollar talento (desde las escuelas), retener talento o atraer talento pasarán a ser estrategias prioritarias. Ya no sirve en nuestro mundo el “más de lo mismo”.
En las ciudades donde sea más fructífero innovar es donde residirán más talento y más proyectos de alto valor añadido
5. Involucrar a empresas consolidadas en la creación de nuevas empresas. Es más fácil que gente que haya creado empresas pueda crear otras y que estas adquieran mayor dimensión. No hay que descuidar las incubadoras para jóvenes, pero hay que empezar a convertir a las empresas en un núcleo más emprendedor a la hora de crear empresas. Además hay que estimular proyectos mayores. La falta de empresas medianas-grandes y grandes es muy acuciante.
6. Hacer de las dinámicas relacionales verdaderos entornos de innovación, con arraigo local pero con proyección a agentes no necesariamente locales. En las ciudades donde sea más fructífero innovar es donde residirán más talento y más proyectos de alto valor añadido. Ser entorno de innovación será un factor clave de éxito.
7. Disponer de infraestructuras, tener un clima de seguridad, tener calidad de vida, disponer de un entorno de servicios significativo, serán aspectos importantes, condiciones necesarias pero no determinantes.
8. Buscar la inversión de otros países y lugares donde su mayor potencial económico y su visión de futuro sea la base de su sistema productivo, ofreciendo políticas seguras dedicadas al beneficio propio y colectivo en el marco de ciudad preferente.
Lo realmente determinante de las políticas económicas será como funciona en el ámbito local la trilogía: talento, emprendimiento e innovación. No obstante todo ello, ha tener muy en cuenta las existentes y múltiples brechas sociales, las económicas, las culturales y las brutales inercias institucionales.
Toda esta teoría y posiblemente más que realidad económica, encuentra infinidad de contrastes y disfunciones que la hacen o la convierten en un verdadero mundo irreal sobre el que hay que actuar.
A tener muy en cuenta las escuelas de negocio con el objetivo de conseguir una educación y formación superior de excelencia, creando imagen de marca y conseguir un puesto preferente en el ámbito local de la inversión.
No nos olvidemos del inicio de la introducción que no cabe duda es una losa a destruir y que tiene sus contrastes sobre estos planes y razonamientos.
Inteligencia de sus gobernantes, en primer lugar demostrando las administraciones locales sus esfuerzos para incentivar la creación de empleo y la inserción sociolaboral a través de políticas sociales, políticas de apoyo a las pymes, al comercio e industria local y a las grandes inversiones diferenciadas y novedosas con la seguridad de las legales competencias para ello.
La insuficiencia, la falta de visión, las trabas, la falta de ideas para generar empleo, y en ocasiones por mucho que nos pese la falta de voluntades, deriva en parte el descenso en el desarrollo de nuevas iniciativas empresariales.
Es obligado profundizar en todos los sectores de la actividad local, su dinamismo, sus variaciones interanuales, su stock empresarial, sus procesos de investigación y desarrollo, sus reformas, los procesos en educación, cultura y sanidad, hostelería, comercio, industria, transportes y servicios y como no las características y el modelo de ciudad, con sus entornos e infraestructuras adyacentes, impactos ambientales sobre el territorio y voluntades políticas para ser competitivos y conseguir el liderazgo de la ciudad en su oferta para la mejora y calidad de vida de sus ciudadanos.
Finalmente para competir con ventaja, apostar por: 1 MARCAS con un nuevo discurso de ciudad. 2. Nueva cultura en torno a la innovación. 3. Nuevas estructuras organizativas que puedan aportar capacidad de adaptación a realidades cambiantes. 4. Apostar por el Conocimiento y el Talento, para ponerlo al servicio del tejido productivo, a través de las escuelas, institutos, universidades, buscando la excelencia a través de conocimiento e impulsando la competitividad empresarial.
Josep Maria LLorca Bertomeu